Rumbo al Peloponeso

Dejamos Atenas de momento, aunque volveremos para pasar muestra ultima noche en Grecia antes de volver a España. Del hotel nos vamos al rent-a-car y nos dan un Opel Corsa con el que recorreremos el país. Ponemos rumbo al Peloponeso, al que se acce…

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Dejamos Atenas de momento, aunque volveremos para pasar muestra ultima noche en Grecia antes de volver a España. Del hotel nos vamos al rent-a-car y nos dan un Opel Corsa con el que recorreremos el país. Ponemos rumbo al Peloponeso, al que se accede por el canal de Corinto, pasado el cual dejamos la autopista hacia nuestro primer destino de hoy: Mikhenes. Aqui se visitan los restos de la ciudadela en la que destaca la puerta de los Leones, entrada a la ciudadela, y el Museo. A unos metros saliendo (lo vimos al entrar pero pasamos de largo) esta la Tumba de Atreo, un enorme recinto funerario de piedra de forma cónica bajo una montículo, se puede entrar dentro, pero está vacío, nos llama la atención el eco del sonido dentro. Seguimos ruta hacia Tirinto, donde también hay restos de una ciudadela de la que se conserva bien la muralla exterior y la planta de las viviendas internas, pero no hay ninguna indicación como en otros restos arqueológicos, se tarda muy poco en verla. Vamos en busca del almuerzo hacia Epidauro, en el camino se ve que es zona agrícola, se ven muchísimos naranjos y también olivos. Antes de llegar, en la carretera hay una cafetería-restaurante con terraza exterior donde es obligado parar porque al estar en alto hay unas excelentes vistas hacia el pueblo abajo. Salimos buscando el Ancient Theatre y hay que decir que las indicaciones son desastrosas, nos enteramos (tarde) que hay dos teatros, uno pequeño cerca del puerto desde donde se sube andando que no merece la pena; y el bueno, que esta a unos 12 km. pero cuando llegamos es muy tarde y esta cerrado. Otro motivo mas para volver a Grecia.
Ya de noche (aunque no son las seis de la tarde todavía) llegamos a Nauplia, zona de ocio veraniego, aunque al ser domingo hay buen ambiente. Montones de bares y cafeterías en un buen tramo del Paseo Marítimo, y entrando hacia dentro del pueblo desde ahí, un buen numero de tiendas de todo tipo para los paseantes. Mas o menos como cualquier pueblecito de destino playero, un poco «fashion» quizás. Damos una vuelta y seguimos hasta Tolondro donde hacemos noche. Mañana mas. Nos planteamos irnos a dormir antes y levantarnos mas temprano para aprovechar las pocas horas de sol de esta época del año.

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