El Rock de la Cárcel o el Club del Alcohol

Imagen de iPhone con JB

Disculpen estas referencias musicales (inevitables en mí) pero de alguna forma «indirecta» tengo que llamar a algo que se sale de lo oficialmente establecido por Apple. La primera vez que escuché la palabra JailBreak me recordó al JailHouse Rock o Rock de la Cárcel del gran Elvis Presley; la referencia al tema de Danza Invisible viene de las iniciales, el JB para mí siempre será el jotabé (preferentemente con 7Up please). Pero vayamos a lo que nos interesa: sí, he pecado, he pecado, hace varias semanas que hice el JailBreak al iPhone, incitado por otros usuarios no he podido resistir la tentación y ahora las palabras cydia, SBSettings, ipa, WinterBoard etc. tienen para mí un significado del que anteriormente carecían. Os cuento la historia,hacía tiempo que había oído lo del JailBreak, incluso la diferencia entre el JB y la liberación, es decir que el JB no te permite utilizar el iPhone con otro operador (para eso hay que liberarlo posteriormente), sólo te permite «acceder» a partes del sistema operativo a las que Apple no otorga acceso, por lo que (según se cuenta) no afecta a la garantía ya que no se rompe ninguna cláusula del contrato con el operador. No sé si esto es cierto o no, los defensores del JB dicen que si hay algún problema basta con restaurar el iPhone con iTunes y no queda ningún rastro de haberlo «jailbreakeado» o como se diga. Por supuesto, no tengo ni idea de si esto es así o no, me limito a contar aquí lo que he oído y leído por ahí, de manera que si alguien se decide a hacerlo después de leer esta entrada lo hace bajo su propio responsabilidad y de ninguna manera incitad@ por este blog, que quede claro.

Hay alguna otra opción para realizar el JB, aunque actualmente todo el mundo usa el redsn0w por su sencillez y facilidad. Según tengo entendido, lo que hace es adoptar privilegios de root. Es decir, cuando se inicia el iPhone original el Sistema Operativo crea un usuario con acceso limitado a las apps y las «entrañas» del SO y no permite realizar determinadas acciones, pues bien, el JB rompe esa protección y puede acceder a todo el sistema. De esta manera el sistema «original» no se toca, sino que se añaden más funcionalidades, pudiéndose por supuesto, seguir sincronizando canciones, agenda y demás con iTunes, seguir comprando desde la AppStore desde el iPhone, etc. Pero el JB permite, por ejemplo, cambiar el fondo de escritorio (no la pantalla de inicio sino lo que hay detrás de los iconos) que normalmente es negro con lo cual se puede personalizar el iPhone a tu gusto, por supuesto que hay montones de «temas» para descargar e instalar a gusto de cada uno. Esta es una de las principales ventajas del JailBreaking, y en este sentido hay que instalar el WinterBoard (anteriormente el SpringBoard pero está desfasado) y a continuación descargar el tema que prefieras. Otro de los imprescindibles es el SBSettings que permite acceder directamente desde cualquier sitio (app o escritorio) a un menú donde con un solo click (por ejemplo) conectar o desconectar el 3G, el WiFi, modificar el brillo de la pantalla, etc. sin tener que salir de la aplicación, ir a Ajustes y cambiarlo, etc, es un acceso directo, fácil y rápido a varios ajustes que tú mismo eliges. Hay otros aspectos muy usados por los usuarios, como poner cinco iconos en el dock (en vez de cuatro), cosa que también puede hacerse con el número de filas y columnas de iconos de cada pantalla de escritorio (hasta 5), aunque yo no lo he probado aún. Por cierto, no he dicho que para poder realizar todos los cambios hay que instalar un repositorio, como Cydia o Icy que hay que instalar desde redsn0w desde donde instalar las aplicaciones «extras».

Otro aspecto destacado del JB es la instalación de aplicaciones no aceptadas por Apple. Es sabido que antes de publicar una aplicación en la AppStore, Cupertino tiene que dar el Visto Bueno, pues algunas aplicaciones que Apple ha rechazado son publicadas en Cydia y demás repositorios donde, por cierto, algunas apps son gratis (todas las mencionadas en el párrafo anterior) y algunas son de pago. Una de las más populares es Cycorder que sirve para utilizar la cámara del iPhone3G para grabar vídeo, tampoco la he probado así que no os puede hablar de ello.

Y el tercer aspecto más relevante del JB es que puedes instalar aplicaciones «pirateadas», es decir aplicaciones oficiales de pago que alguien ha comprado y ha decidido compartir con otros usuarios, bueno ya me entendéis. Esto permite poder probar aplicaciones antes de comprarlas, aunque sobra decir que la legalidad de estas pruebas es cuando menos dudosa, es algo mucho más que interesante. Sitios como appulous son especialistas en estos temas.

¿Y qué piensa Apple de todo esto? Evidentemente, se ha encargado de lanzar muchos mensajes a los usuarios sobre lo perjudicial para el aparato que puede ser el JB. Recientemente, desde Cupertino se ha argumentado que el JB:

  • Hace inestable el teléfono. En mi opinión, puede que algunas aplicaciones no oficiales tengan bugs como cualquier otra aplicación, pero no creo que las oficiales tengan distinto comportamiento en teléfonos con JB, simplemente porque el JB no toca partes sensibles del SO. Otra cosa es que alguna aplicación no oficial que se haya instalado, haya tocado alguna parte sensible.
  • Puede afectar tanto a las llamadas de voz como a algunos servicios como los de Bolsa, YouTube, etc. y problemas de sincronización en aplicaciones que usan Push. Digo lo mismo que en el punto anterior.
  • Hace que dure menos la batería del iPhone. Yo no creo que esto sea cierto en general, aunque sí puede ser verdad que alguna aplicación concreta pueda consumir muchos recursos y por tanto batería. Es suficiente con saberlo, y usar esa aplicaciones con prudencia, o enchufados.
  • Cree problemas de seguridad. Bueno, puede ser que haya algunas aplicaciones tipo «hacker» para atacar redes o contraseñas y demás, pero eso no es necesariamente fruto del JB, sino de las aplicaciones que cada cual use.
  • No permite instalar actualizaciones del firmware. Esto es verdad en el sentido de hacerlo directamente, pero bastaría restaurar el iPhone (quitando el JB) e instalar la última versión del firmware desde iTunes sin problema.

Por supuesto, Apple dice que el JB es ilegal e invalida la garantía, otra cuestión es si puede detectar que se le haya hecho o no al iPhone cuando llegue a manos del servicio técnico. Hace unos días, la EFF (grupo que vela por los derechos digitales) se pronunció diciendo que el JB no era ilegal y que Apple por su forma de vender el teléfono no permite la competencia de desarrolladores independientes, ante lo que Apple ha alegado entre otras cosas que tocando la entrañas del SO alguien podría modificar el ECID (algo parecido al IMEI) y realizar llamadas anónimas o incontroladas con el consiguiente fraude ante las operadoras de móviles y realizar actos delictivos (comunicación entre traficantes, terroristas, etc), o que aplicando el mismo nº ECID a varios teléfonos se podría causar un caos en las antenas móviles, quedarse sin cobertura, o incluso provocar un DOS (denegación de servicio). Puedes leer toda esta historia aquí (en inglés).

En fin, no me enrollo más. Que la cuestión no es JB o no JB, lo perjudicial no son sino las aplicaciones que se usen, y el uso que se haga de éstas.

En cuanto a mí, estoy contento de haberlo hecho y voy a seguir durante unos días, al menos, probándolo. Cuando salga una actualización importante del SO y haya que restaurar ya veré qué hago, si me vuelvo a hacer legal, o si me tomo otro cubatita bailando el rock de la carcel 😉

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2 comentarios en “El Rock de la Cárcel o el Club del Alcohol

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