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Hemos aterrizado a las 17:15 (16:15 hora española) y ¡sorpresa!: ya está anocheciendo. Primera premisa para la planificación de mañana es salir temprano para aprovechar las pocas horas de sol.
Bajando del avión antes de subir al bus que nos lleva a la terminal hago la foto antes que sea más tarde, aunque solo se ve la escalinata y la torre de control al fondo. Recogemos el equipaje (bastante rápido) y buscamos el bus al centro de la ciudad que sale cada 10-15 minutos, cogemos el de las 17:55 que tarda nada menos que una hora en llegar a Syntagma (Plaza del Parlamento) y cuesta 3,20€. El hotel esta muy cerca, a 15 minutos andando, esta bastante bien, aunque se ve muy antiguo esta bien cuidado.
La primera impresión saliendo del aeropuerto es el de una ciudad cualquiera: caos circulatorio, luminosos de grandes marcas, pitidos, ambulancias… bueno, si exceptuamos que los textos están en cirílico. Acercándonos ya al centro de la ciudad me llaman la atención los omnipresentes soportales con columnas muy gruesas bajo las cuales se encuentran las tiendas y comercios como las de la foto, sobre todo en las avenidas del centro.
Tanto en el avión como en el bus casi todo son caras griegas, que no es ninguna tontería, me refiero a que hay poco turismo en esta época del año.
Por la noche salimos a dar una vuelta (ahi hice un video cortito) para buscar un sitio donde comer algo y dormir enseguida, el viaje ha sido largo y hemos dormido poco. Mañana nos espera el acrópolis