Antes de empezar la entrada supongo que habrá que justificar porqué este vacío de un mes en el blog, la cuestión es que mis obligaciones estudiantiles me han obligado ha dejar el blog un poco abandonado. Quizás tendría que haberlo explicado en la última entrada de Mayo, pero como el título de la anterior entrada era «Con tal de regresar» (aunque fuese de un tema totalmente «off-topic») me pareció que podía ser una forma elegante de decirlo. Supongo que algun@ habrá imaginado que iba a abandonar el blog como pasa en tantos casos… pues no, váis a tener isolMAC para rato, si sois capaces de aguantarlo, claro :P. En fin, que tenía pendiente de contar en el blog la recepción de mi iPhone reparado (que ahora contaré) cuando resulta que hace cinco días Apple ha presentado en la WWDC (HQ) el nuevo iPhone 3GS (por eso las comillas del titular de la entrada), pero de eso hablaremos otro día.
En un plazo increíblemente corto (mucho menos corto que si viviera en una ciudad en vez de en un pueblecito) llegó el paquete con el iPhone «reparado». Me dispuse a abrir la caja casi con el mismo nerviosismo con que abrí el original cuando lo compré en Septiembre, os podéis imaginar la alegría cuando descubrí que era totalmente nuevo, con un precinto plástico cubriéndolo, por supuesto blanco de 16 Gb como el original, aparentemente nuevo, nuevo. La primera pregunta que uno se hace es si efectivamente es totalmente nuevo o es uno reparado y ensamblado. Desde luego exteriormente se puede asegurar que es totalmente nuevo porque no tiene el más mínimo arañazo ni pérdida de brillo que pudiera delatar que fuese usado; el interior es más difícil de saber, por supuesto, en la batería no he notado diferencia con el original por lo que supongo que también es nueva pero el resto de componentes, sólo Dios y San Steve Jobs lo saben. Ahora que sé que ha salido el nuevo modelo 3GS quizás es más probable que sí que el que me han enviado sea uno totalmente nuevo.
En cualquier caso, hay que resaltar una vez más la calidad del servicio de Apple, el hecho de que en un plazo tan corto hayan recogido el teléfono en mi casa, lo hayan recibido en Holanda, hayan comprobado el fallo y que éste no corresponde a un mal uso o a un golpe que invalidara la garantía, y me envíen a mi casa un nuevo aparato, todo eso en una semana es de destacar y resaltar. Una vez más, el «plus» que quizás se paga por los productos Apple tiene su justificación más que sobrada en casos como este. «Chapó» una vez más para el servicio técnico y post-venta de los de Cupertino.